El mesero que nos atendió fue muy grosero, tardó en tomarnos la orden y al final estaba exigiendo el 15% de propina, aún cuando se le dijo que agregara el 10%. Deberían capacitar mejor a los meseros y el gerente estar más al pendiente de los clientes.
Las crepas dulces que pedimos eran muy pequeñas en comparación con otras ocasiones que había visitado el lugar.
Los meseros con una actitud nefasta atienden bien a quien le ven pinta de pudientes, el gerente un cero a la izquierda sin la apertura de remediar la situación.
En general muy mal servicio