Una copa de vino argentino a 120 pesos, orden de 3 tostadas (pero pequeñas, ya que usan en lugar de tostadas normales redondas, esas tostadas horneadas rectangulares) de atún a unos 100 pesos...
El ambiente es más bien de un bar moderno que de cantina con música pop actual.
La comida no está mal (nos gustó choripan) y servicio bastante bien, pero el precio es un tanto alto. Y si me preguntan si vale lo que cuesta, pongo 4 veces "?".
Por cierto, el valet parking cierra a las 22:00 horas, por lo que hay que tener cuidado.