He tenido la oportunidad de cenar con un grupo de amigos. Servicio impecable. Decoración moderna y cálida. Las pastas y las entradas que pedimos estuvieron de 10. Eso si, uno paga cada peso. La relación precio-calidad puede mejorar. Eramos solo 4 mesas a las 9pm en un viernes. Only for the "lucky few"..
Olvidalo, hace como 10 años que no me paro en un Italiannis pero recuerdo que comi mejor ahi que en el Becco, el de Acapulco es un robo y malo, malo, malo.
La comida, el servicio y los vinos son buenísimos,
pero tengo una sugerencia: hay que tener un
camino para las mujeres entraren en el restaurante.
Aquellas piedras de la entrada destruyen los
sapatos y las pone en riesgo de cair,
Esta fue mi tercera visita a este restaurante en 4
meses de Mexico.
La comida siempre impecable, ambiente agradable,
gente bonita y servicio mediano. Carta de vinos un
poco cara, pero, el todo vale la visita. Risoto de
trufas y la pasta con ragu de cordero son
outstanding.
El servicio pesimo, los meseros nada amables. Se
tardaron 10 min en venir a la mesa despues de que
nos sentaron. No hay excusa estaba casi vacio, ya
que era domingo a las 2 de la tarde. La comida
nada extraordinario. El Rissotto que comi era mas
queso que arroz, el Huachinango a la Naranja, las
espinacas nadando en aceite, no se podian ni
comer. Nadie nos ofrecio postre.
El baño de mujeres no tenia ni toallas para secarse
las manos
LLegamos sin reserva esperando encontrar una mesa. Nadie dijo "Bienvenidos" o un "Buenas noches" siquiera. Esperamos cerca de media hora en la entrada y tuvimos que preguntar si nos podrian dar mesa y nos dijeron: "Vamos a ver" pero nunca nos volvieron a hacer caso. Tuvimos que parar a quien pudimos para que nos dijeran si nos darian mesa o no. Preferimos ir a otro sitio cercano, igual de bueno, acogedor y donde se nos recibio amablemente y con una sonrisa.