Es un restaurante increíble. La masa de la pizza descansa 50 horas con muy poca levardura, muchos insumos llegan de Italia. La mozarella es de búfala -como debe ser- Se hornea con leña y el piso fue traído de Italia. Realmente si quieren comer una PIZZA con mayúsculas deben ir. Y hay otros platillos, todos y cada uno muy cuidados y con el sello del chef Daniele.El personal es muy atento y muy, muy profesionales. Altamente recomendable, para ir con los ojos cerrados.