Fuimos a cenar cinco amigas y pedimos 9 platos para compartir y dos postres. Con excepción del flan de plátano, todo estaba excelente, sin embargo, el restaurante tiene algunos peros:
1. No cuentan con servicio de Valet Parking, por lo que encontrar lugar para estacionarse es realmente una hazaña.
2. El personal es muy amable pero muy lento. Se tardaron mucho en limpiar la mesa y ofrecer de beber a una amiga que llegó más tarde.
3. No pudimos disfrutar de la terraza pues había un evento privado, así que nos sentaron en el área de salón que está muy mal ventilada, especialmente en estas épocas de calor.
4. Las sillas son INCOMODÍSIMAS, pues son de madera maciza. No les caería mal un cojín.
5. A la hora de pagar, uno de los meseros se acercó a la mesa osa decirnos q no había cambio y q ya había preguntado en todos lados y no había conseguido, que qué hacíamos. Eso es un problema del restaurante, no del cliente y no teníamos porque resolverlo nosotros.
Fuera de estos puntos, lo recomiendo muchísimo. La comida es excelente, bien presentada y con buenas porciones. El lugar es agradable (sin contar el calor) y volvería sin pensarlo.
Mala experiencia de servicio. El hostess súper geton. El mesero más o menos también. Parte importantísima de un restaurante es la calidad y calidez en el servicio en todo momento. Hoy no lo encontré. La comida bien, sin ser extraordinaria. Aunque el lugar (especialmente la terraza) súper bien decorado.