Me gustó mucho la decoración del restaurante y la comida (que además de excelente llegó muy rápido). El servicio, por otro lado, dejó mucho que desear. Le preguntamos al mesero por un aperitivo francés y recomendó tequila, preguntamos por uno francés que venía en la carta, ¡y dijo que no sabía que era! Parecía que el mesero quería estar en todos lados menos ahí, y eso no deja muchas ganas de dejar propina... Por otro lado, es una carta corta (lo cual me agrada porque odio tener que estar horas tratando de decir),¡pero no tenían tres platillos! ¿Cómo puedes tener una carta tan corta y darte el lujo de no tener tres de los platillos principales? Pedimos de postre pavlova y parece que al chef le gusta experimentar (a veces sin mucho éxito) y nos trajeron una cosa extraña que era todo menos pavlova. Pienso que al menos deberían avisar que no va a ser la clásica. En fin, cosas buenas y malas.
Es un lugar que en mi opinion tiene todas, la ubicacion es muy buena, la decoracion muy bonita y la comida no se queda atras. Tanto los platillos principales como los postres no tienen contra. Recomiendo especialmente los profiteroles.
Y una mencion aparte para el servicio que nos han tratado de maravillas.
10 Puntos !
La culpa la tengo yo por estar regresando al mísmo lugar donde se que la comida ni es tan buena, es caro, es incomodo y ahora con la novedad de que aparte de atender mal son groseros y prepotentes. He ido dos veces y mal y ésta tercera vez, fue pésimo... Ahora si no regreso, no se los recomiendo para nada, saludos.
Si el servicio era malo, la comida hizo que de los 4 que fuimos los 4 acabaramos con una intoxicación barbara y acabar en el hospital para que nos inyectaran suero y demás. Por favor gente razonen y no vayan. La calidad ha disminuido cañón
Este es el único restaurante en que la razón la tiene el capi y no el cliente. Pedí que me cambiaran mi mesa a donde hacia solo un minuto había una y me dijo el capi " pues no se la cambio"...me pare y me fuí y no vuelvo mas.
EL valet parking es pésimo, cuidado con
lo dejan¡¡ ahora resulta que hasta una
cajetilla de cigarros debes reportarla
como objeto de valor porque si no te la
roban¡ Sin mencionar que revisaron todo
el coche y obviamente se llevaron lo que
pudieron
El lugar es muy agradable, lástima del servicio. Los meseros muy prepotentes y muy groseros. Desde que llegas para llevarte a tu mesa, hasta la forma en la que te dice "Quiere ordenar" con un insistencia como si fueras a quemar espacio. Ponen caras y muecas. Es una lástima nos fuimos sin cenar si quiera porque no los soportamos.
Fue un excelente lugar cuando recien se inaguro
hace unos años y estuvo a la cocina a cargo del
Chef Bruno Airagnes pero hoy en dia es un lugar
con comida bastante insipida y mala con un servicio
prepotente y de pesima calidad lastima ya que es
uno de los restaurantes mas bonitos de Polanco.