HKUH, cocina que te abraza

Enclavado en el barrio de San Ángel, zona considerada como Patrimonio Cultural Tangible de la Ciudad de México, se encuentra HKUH cocina Suiza, en una casa del Siglo XIX frente a la Plaza del Carmen. En una zona que en menos de dos años ha tomado vida con la apuesta de lugares con grandes propuestas gastronómicas.

En una casa inspirada en la arquitectura alemana por deseo de su primer dueño, tiene algunos rasgos europeos que sirven de marco a la cocina suiza. La zona de la antigua biblioteca de la casa fue intervenida para dar espacio al comedor y de esta forma darle un ambiente acogedor y casero al  encontrarse rodeada de libros vigilados por los arcos de piedra. En el exterior se encuentra un jardín vertical con cactáceas y flores de lavanda que reciben al comensal.

El logo del restaurante simboliza el emblema del país, una vaca pintada de rojo con la cruz griega simulando la bandera suiza. HKUH significa vaca en alemán, causando alegría a la comunidad suiza que visita el restaurante.
Nos cuentan que se enamoraron del local desde el primer momento que lo vieron, inmediatamente sintieron que el lugar ofrecía una atmósfera parecida a las cabañas europeas. Impregnado de la cultura, su intención es transmitirlo a través de los platillos emblemáticos que representan la mezcla única que posee Suiza de regiones de la cultura y gastronomía francesa, italiana y alemana.

Puedes encontrar a Francia en una sopa de cebolla, a Italia con sus carpaccios y pizzas, Alemania con salchichas artesanales y cervezas y a Suiza con sus röstis-juliana de patata salteada en mantequilla- y raclettes y el platillo más pedido: el clásico fondue suizo de queso emmental, gruyere y un chorrito de kirsch.

La raclette es uno de los platillos emblemas de Suiza, a la par que el fondue. Pero es quizá el más incomprendido y desconocido en México. Hkuh ha hecho un gran esfuerzo por dar a conocer esta maravilla europea donde con unos pocos ingredientes de la mejor calidad se pueden descubrir nuevas formas de disfrutar los distintos quesos que ofrecen.

nos comentan los planes deHKUHmientras encienden la raclettera, pican los pepinillos, cebollitas y papas y los meten a la parrilla con lajas de queso raclette y algunos vegetales. Su intención es que los suizos se identifiquen con el lugar y encuentren en sus platillos, recuerdos y sabores de su país y los mexicanos descubran nuevas experiencias para compartir la comida.

La parte italiana de cada suizo surge a la hora de la comida, dónde los amigos y familias se reúnen en torno a la mesa con el objetivo único de compartir los alimentos. Junto con el shabu shabu japonés, es la experiencia suiza la única en el mundo donde el comensal puede “cocinar” su comida, preparando una fondue de carne o una raclette con vegetales. Y también es cierto que no todos los días se tienen ingredientes de primera para jugar a la comidita. Un gran ingrediente hace grande a un lugar.

Como gran final, debes guardar un huequito para probar uno de los deliciosos postres de la casa: el rösti dulce con juliana de manzana, miel, arándanos, helado, galleta y canela. Es un postre lleno de texturas, de sabores y que te hará pedir salir satisfecho esperando volver.
Es un lugar para convivir en familia, donde importa el sabor y la calidad del producto, un lugar donde los platillos incitan a compartir la mesa.